Entre los muchos tipos de minerales que tu cuerpo necesita el potasio desempeña un papel vital. Este mineral puede obtenerse de las legumbres, las frutas, las verduras y algunos tipos de frutos secos. Estos recursos naturales vienen con la cantidad necesaria de contenido en fibra; esta combinación ayuda a ralentizar la absorción de este mineral único. En desequilibrio de potasio puede causar cálculos renales. Existen medicamentos para tratar dicha formación de cálculos. Un medicamento muy utilizado es citrato potásico. También se utiliza para tratar deficiencias de potasio. Pero, ¿cuáles son las dosis seguras de este medicamento y cuáles son los riesgos probables de interacción con otros medicamentos? Te aconsejamos que te informes sobre estos aspectos antes de iniciar el tratamiento.
La gente busca ayuda médica -a menudo, de forma urgente- cuando se forman cálculos en los riñones. La formación de cálculos en los riñones no es una enfermedad infrecuente. Los estudios indican que es probable que el 10% de los adultos experimenten la formación de cálculos en algún momento. No beber suficiente cantidad de agua se cita a menudo como una causa clave; además, factores como la hipertensión arterial, un estilo de vida sedentario, ser obeso, etc. son algunas de las otras causas.
Estas piedras están hechas de productos químicos endurecidos. De los cuatro tipos distintivos de cálculos conocidos por las ciencias médicas, el oxalato cálcico y el ácido úrico son los que aparecen con más frecuencia. Las otras formas raras de cálculos son la cistina y la estruvita. De éstos, los cálculos a base de oxalato cálcico pueden formarse si hay una deficiencia de calcio. No beber la cantidad necesaria de agua puede hacer que el oxalato de tu orina se mezcle con el calcio; el resultado son los cálculos de oxalato cálcico. Por otra parte, los cálculos de ácido úrico se forman cuando tomas demasiadas medusas o carne de vísceras. Estos alimentos tienen purina y pronto pueden convertirse en monosodio-urato y seguir formándose como cálculos de ácido úrico.
De los tipos poco frecuentes, la estruvita aparece cuando tienes afecciones infecciosas, sobre todo en las vías urinarias. Lo bueno es que los cálculos renales de menor tamaño pueden eliminarse como residuos al orinar. Cuando estos cálculos salen de tu organismo, rara vez causan dolor, y puede que ni siquiera notes que se han expulsado. Esto se debe principalmente a su tamaño y masa extremadamente pequeños. En algunos casos, las personas pueden tener cálculos bastante grandes, como los que tienen el tamaño de una pelota pequeña, que pueden causar mucho dolor. Estos dolores sólo pueden empeorar con el tiempo, ya que no permiten que tu vejiga urinaria se vacíe por completo.
Los signos de formación de cálculos en los riñones suelen ser de naturaleza distinta. Los signos típicos pueden manifestarse como fiebre o un aumento agudo de la temperatura corporal, afecciones abdominales como náuseas, vómitos o indigestión, así como un dolor agudo/agudo en la región lumbar. Las personas que padecen este tipo de cálculos también pueden expulsar orina maloliente (debido a un residuo que se acumula en el interior de la vejiga), o una orina turbia. Los medicamentos como el citrato potásico se utilizan mucho para el tratamiento de los cálculos renales.
Utilización de citrato potásico y sus dosis
El citrato potásico se administra para tratar los cálculos renales, así como para corregir un desequilibrio de potasio en tu organismo. Este estado se conoce como hiperpotasemia. El nivel de dosificación varía en función de la intensidad de tu enfermedad. En caso de gravedad elevada, se administra cada día una dosis de 60 mEq por vía oral. Esta dosis se divide en dos (como 30 mEq por dosis) o tres dosis (20 mEq cada una) en un plazo de 24 horas.
El citrato potásico no es un medicamento de venta libre, por lo que debe consumirse siguiendo las indicaciones de tu médico tratante. Además, no hay dos personas con cálculos renales que tengan el mismo plan de dosificación. El tratamiento y las dosis dependen de tu edad, peso y dolencias previas, si las tienes. Además, lo bien que tu sistema acepte las 7 primeras dosis de este fármaco influye en tu plan de tratamiento. Te aconsejamos que tomes cada una de las dosis (20 mEq o 30 mEq) junto con la comida. Si te has olvidado de tomarlo con la comida, procura hacerlo en los 30 minutos siguientes al consumo de alimentos. Nunca tomes alimentos ricos en sales o productos alimenticios muy fritos mientras estés tomando este tratamiento. Por tanto, es una práctica segura mantenerse alejado de los aperitivos muy procesados y salados o de los productos alimenticios enlatados, preenvasados o en conserva.
Tu equipo asistencial puede controlar el nivel de citrato en la orina durante un periodo de 24 horas. Este proceso ayuda a comprender la adecuación de tu plan de dosificación, es decir, la fuerza de las dosis de citrato potásico. Las dosis se modifican en función del nivel de pH de tu orina. Tu equipo asistencial intentará mantener el nivel de pH urinario entre 6,5 y 6,9. Junto con estas dosis, se te aconseja tomar más cantidades de agua y abstenerte de tomar un nivel excesivo de sal.
Riesgos de interacciones medicamentosas
Estas dosis no se administran a quienes viven con una presencia considerable de potasio en el organismo. Este medicamento puede interactuar negativamente con fármacos ahorradores de potasio, como la espironolactona, el triamtereno, etc., así como con fármacos diuréticos o diuréticos. Es importante elaborar una lista de todos los medicamentos que tomas actualmente. Al confeccionar este listado, asegúrate de incluir los medicamentos de venta libre (OTC ), los que tomas por prescripción médica, los suplementos de proteínas, minerales y/o vitaminas, las ayudas dietéticas, etc. No es seguro coadministrar este medicamento con los utilizados para tratar la depresión, los cambios de humor o las alucinaciones, así como junto con broncodilatadores como el levalbuterol y el albuterol.
Además, las personas que hayan tenido episodios previos de hipersensibilidad o alergias a las sustancias químicas clave utilizadas en el citrato potásico deben informar a su cuidador de tales casos. Además, si observas hematomas internos, formación de úlceras y/o hemorragias, indigestión o dispepsia combinadas con vómitos, tu cuidador debe estar al corriente de todos estos problemas. La pérdida de líquidos puede ser más rápida en las personas que tienen episodios ininterrumpidos de heces blandas o acuosas y vómitos; en estos casos, el suministro oportuno de líquidos, como agua, puede ayudar a evitar desenlaces casi mortales.
Otras buenas prácticas
El citrato potásico puede provocar molestias estomacales; debido a tal riesgo, es una buena práctica consumirlo con las comidas. Además, es esencial mantenerse erguido (y no adoptar una postura de dormir o tumbarse) poco después de tomar este medicamento con alimentos. Sin embargo, puedes cambiar a una posición de sueño después de 30 minutos o más. No tomes nunca este fármaco si has tenido recientemente un infarto de miocardio o una insuficiencia cardiaca y si los niveles de ácido en tu organismo se encuentran en un nivel elevado. Se te aconseja que sepas que las heridas y úlceras internas pueden empeorar cuando tomas este medicamento; por tanto, si padeces colitis, hinchazón o inflamación internas (o cualquier otra forma de afecciones autoinmunes), el médico que te trate debe conocer a fondo todas tus afecciones médicas preexistentes.
Este medicamento no se administra a niños ni a adolescentes menores de 18 años. Si tu hijo adolescente tiene carencias de potasio o problemas relacionados, habla con un especialista infantil (un pediatra) para comprender las afecciones subyacentes. El médico de tu hijo te prescribirá un tratamiento más seguro y adecuado a su edad y a la gravedad de su afección. Como medida de precaución, este medicamento no se ofrece a mujeres embarazadas. Las que estén planeando quedarse embarazadas deben hablar con su médico y empezar a utilizar técnicas anticonceptivas. Al elegir un anticonceptivo, te aconsejamos que utilices una variante no hormonal, como un anillo vaginal o un parche cutáneo. Por último, pero no por ello menos importante, las mujeres que estén amamantando a un bebé recién nacido deben hablar con su médico de los riesgos probables de efectos secundarios/síntomas de abstinencia. Los ingredientes clave de este medicamento pueden pasar a la leche materna. Los bebés que consumen este tipo de leche pueden llorar más a menudo, tener problemas de alimentación y no dormir muy bien. Por lo tanto, se recomienda a las mujeres lactantes que consulten con su médico alternativas más seguras a este medicamento.
En general, si observas una aceleración del pulso, latidos cardíacos anormales y sudas profusamente, busca a tiempo apoyo clínico en un hospital. Las personas que residan en EE.UU. deben llamar al 911 o solicitar ayuda al servicio de asistencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Cualquiera que sea la opción que elijas, es muy recomendable recurrir a esa ayuda con carácter de urgencia. Las personas que vivan en Canadá deben ponerse en contacto con el Ministerio de Sanidad de forma más rápida. También puedes ponerte en contacto con un centro toxicológico que funcione cerca de tu casa en Canadá.
En resumen, el citrato potásico se utiliza ampliamente para el tratamiento de los cálculos renales. Como uso aliado, también se utiliza para corregir los desequilibrios de potasio. El nivel de dosificación típico -para tratar los cálculos renales- varía de 30 mEq a 60 mEq en un plazo de 24 horas. La dosis depende del grado de gravedad o intensidad de tu enfermedad. La dosis de 60 mEq al día se distribuye uniformemente y se toma como 2 dosis (en forma de 30 mEq cada una) o como 3 (cada dosis fijada en 20 mEq) al día. Te aconsejamos que tomes estas dosis por vía oral. Para más detalles sobre cómo utilizar este medicamento de forma segura, habla con tu equipo asistencial antes de empezar el tratamiento para los cálculos renales.