Hay dos categorías de infecciones provocadas por gusanos parásitosson la oncocercosis y la estrongiloidiasis. La primera también se llama ceguera de los ríos. Esta enfermedad provoca afecciones oculares, así como el crecimiento de tejidos bajo la piel. Por otra parte, la estrongiloidiasis puede manifestarse sin signos importantes. En algunos casos, puede manifestarse como hinchazón de estómago, indigestión y diarrea. Ivermectina es uno de los fármacos más recetados y aprobados por la FDA para tratar estas afecciones. Pero, ¿cuáles son las precauciones necesarias para la ingesta segura de este fármaco? Es importante saber más sobre las precauciones necesarias.
Los fármacos antiparasitarios son de dos tipos: los que se utilizan para tratar a las personas y los que se administran a los animales. Es importante utilizar fármacos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). La mayoría de los fármacos pueden tratar tanto la oncocercosis como la estrongiloidiasis. Si observas picores o erupciones junto con una afección ocular, puede tratarse de un episodio de oncocercosis. Los episodios intensos de reflujo ácido (también conocido como ardor de estómago), el dolor en el bajo vientre y otras molestias abdominales como la formación de gases, náuseas, vómitos y también afecciones cutáneas como erupciones o urticaria son síntomas típicos de la estrongiloidiasis.
La ivermectina es un comprimido de uso común para el tratamiento de las dos formas de infección mencionadas. Las provocan gusanos parásitos como tenias, anquilostomas o oxiuros. Este medicamento también se utiliza para tratar los piojos de la cabeza, la sarna y la rosácea. De estos problemas cutáneos, la rosácea se parece mucho al acné y puede manifestarse como protuberancias en la piel. Es más probable que estas protuberancias se formen en la nariz, la barbilla y otros órganos faciales. En algunos casos remotos, las personas pueden presenciar estos bultos en las zonas del pecho o del cuello. La sarna es un picor causado por muy pocos ácaros. Estos diminutos organismos viven en tu piel y forman erupciones cutáneas que pueden aparecer como ampollas o llagas. La ivermectina también se utiliza para tratar algunas afecciones observadas en animales. Entre ellos se incluye la aparición de infecciones por gusanos del corazón (este fármaco se utiliza para prevenirlas), así como para tratar la aparición de otras formas de gusanos parásitos.
Uso seguro de ivermectinaNo es una práctica segura que los humanos tomen dosis prescritas para animales. Las dosis administradas a animales más grandes, como por ejemplo un toro o un caballo, pueden desencadenar efectos tóxicos si las consumen los humanos. Los consumidores pueden acabar a menudo en estado de sobredosis al tomar dosis tan grandes. Por tanto, es importante recibir la orientación necesaria de un médico cualificado antes de tomar dosis de ivermectina. Es probable que este fármaco desencadene algunos efectos secundarios no deseados; estos efectos adversos incluyen dolor en la mitad inferior del abdomen, sensación de náuseas, secreción de heces acuosas, indigestión y vómitos. Estas molestias pueden durar sólo unos días. Pueden dejar de aparecer en cuanto tu cuerpo se acostumbre a los ingredientes clave de la ivermectina. Sin embargo, si uno o varios de estos problemas abdominales te siguen molestando, consulta con tu equipo asistencial de modo urgente.
Precauciones asociadas a la ingesta de ivermectinaPide ayuda médica de urgencia si observas efectos secundarios graves, como latidos erráticos del corazón o aceleración del pulso, problemas respiratorios graves, cansancio y debilidad intensos, etc. Quienes padecen enfermedades o trastornos pulmonares obstructivos crónicos (en abreviatura, EPOC), como bronquitis o asma, deben informar a su cuidador sobre dichas afecciones respiratorias. Además, las personas con disfunción hepática (como cirrosis o hepatitis) deben comprender que la ivermectina puede dañar el funcionamiento de tu hígado. En las personas que padecen enfermedades autoinmunes o dolencias como el VIH/sida, las dosis de ivermectina pueden no ser adecuadas para conseguir la curación necesaria. En estos casos, tu equipo asistencial puede recetarte una combinación de fármacos para curar las infecciones.
En general, es una práctica segura informar a tu médico de todas las alergias e hipersensibilidades previas a medicamentos, sustancias químicas o ingredientes clave, así como a alimentos. Las personas que toman anticoagulantes, como la warfarina, deben tener más precaución, ya que la ivermectina reacciona muy negativamente con estos medicamentos anticoagulantes. La ingesta conjunta de estos dos fármacos puede provocar hematomas y hemorragias internas graves. Prepara una lista de todos los medicamentos que tomas actualmente. Además, comparte detalles sobre los planes de tratamiento que estás siguiendo actualmente. Después de compartir estos detalles, nunca hagas ningún cambio en estos planes (es decir, tanto en los planes de tratamiento como en los de medicación) sin contar con el consentimiento de tu cuidador y farmacéutico.
Entre las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia
Algunos estudios realizados en animales han puesto de manifiesto los posibles daños que las sustancias químicas clave de la ivermectina pueden causar al feto. Debido a estos riesgos inherentes, este medicamento nunca se prescribe a mujeres embarazadas. En casos muy remotos, cuando los beneficios superan con creces los riesgos que conlleva, se administra una pequeña dosis de este fármaco a mujeres embarazadas. Las que se hayan quedado embarazadas mientras utilizaban este medicamento deben llamar a su médico tratante y explicarle su estado de forma prioritaria. Entre las mujeres que planean quedarse embarazadas, este fármaco se utiliza raramente. En tales casos, tu médico puede aconsejarte el uso de medidas anticonceptivas no hormonales, como parches cutáneos o anillos vaginales, etc. Es probable que las sustancias químicas clave utilizadas en la ivermectina pasen a la leche materna. Los bebés que se alimentan con esa leche pueden desarrollar problemas de alimentación o dificultades para dormir. Por lo tanto, te recomendamos que dejes de utilizar este medicamento si estás amamantando a un bebé.
En resumen, es muy recomendable abstenerse de tomar una sobredosis de este fármaco. Si se toma en dosis mayores, la ivermectina puede causar molestias agudas, como convulsiones o ataques, y problemas respiratorios, como sibilancias o jadeos. En algunos casos aislados, una sobredosis ha provocado mareos intensos , somnolencia extrema, desmayos o coma. Ten en cuenta que en algunos casos extremadamente raros, una dosis significativamente grande ha provocado la muerte. Si sientes alguna molestia y vives en EEUU, llama al 911 lo antes posible. Los que vivan en Canadá pueden llamar al Ministerio de Sanidad de Canadá o ponerse en contacto con una unidad de control de intoxicaciones que funcione en su provincia. Para todas las precauciones de seguridad necesarias asociadas a la ingesta de ivermectina, habla con un profesional clínico cualificado antes de iniciar tu plan de tratamiento.