Las mascotas, como los perros, pueden ser vulnerables a dolencias vestibulares; estas afecciones pueden alterar el equilibrio de su mascota y tales dolencias se agrupan como enfermedades vestibulares en perros. En términos clínicos, se denomina dolencia vestibular idiopática entre los caninos. Al igual que la enfermedad de Meniere, esta afección suele originarse en el oído medio o interno del cachorro. Al igual que los humanos, las mascotas -como tu perro- dependen de su mecanismo vestibular para mantener el equilibrio. Una alteración del vestíbulo puede dificultar que su perro camine recto. También es posible que su cachorro experimente mareos y somnolencia. ¿Puede administrar medicamentos como la betahistina a su cachorro? Es de sabios saber más sobre esto.

Una afección vestibular en su mascota puede ser angustiosa tanto para ella como para usted. Su aparición puede ser repentina, principalmente debido a problemas relacionados con el oído interno del cachorro. Las causas más probables de este trastorno son infecciones en el oído medio o interno del perro, daños en el tímpano, descenso del nivel de tiroides, tumores en el cuello o en la región craneal, etc. En algunos casos, algunos perros han experimentado disfunciones vestibulares debido a una ingesta excesiva de antibióticos u otros desinfectantes. Es poco probable que los cachorros más jóvenes se vean afectados por esta enfermedad. Suelen ser los perros mayores los más propensos a padecer esta enfermedad. Entre las distintas razas de perros, los doberman pinscher y los pastores alemanes corren un mayor riesgo de padecer esta dolencia.

¿Cómo saber si su perro padece una afección vestibular?

Una afección vestibular puede manifestarse a través de algunos signos característicos. Si observa uno o más de los siguientes síntomas, le recomendamos que acuda rápidamente al veterinario. Los signos que hay que tener en cuenta son: cabeza inclinada o ladeada, movimientos a trompicones, molestias abdominales como vómitos o náuseas, falta de coordinación, problemas de alimentación, caídas repetidas, movimientos rápidos de los globos oculares, etc. En algunos casos, puede que encuentres a tu perro de pie con las patas muy separadas y que opte por dormir sobre una superficie más dura.

Opciones de tratamiento disponibles

Quienes tienen mascotas con dolencias periódicas de oído deben tomar medidas adicionales para mantener sano a su cachorro. Como las afecciones vestibulares son de naturaleza no progresiva, pueden aparecer repentinamente sin indicaciones previas. Su veterinario puede administrarle medicamentos contra el mareo; éstos se suministran para reducir el mareo o disminuir los niveles de vértigo. El diagnóstico puede ser doloroso y costoso; sin embargo, si decide no investigar más, su veterinario puede recetarle algunos esteroides. A menudo, estos potentes fármacos se administran a su perro para curar afecciones neurológicas, si las hubiera.

En algunos casos poco frecuentes, su veterinario puede ofrecerle fármacos que pueden mejorar el flujo sanguíneo. Por ejemplo, se suministran medicamentos como la vivitonina y similares para estimular la circulación de la sangre al cerebro. Sin embargo, hay pocas pruebas de la eficacia de estos fármacos. Dado que estos fármacos no causan daños importantes, en general se considera que su uso soluciona los problemas de circulación sanguínea de su perro. Del mismo modo, también se administran fármacos que estimulan el cerebro, como selgian, aktivait, etc. Hay que recordar que el síndrome vestibular también se conoce como enfermedad del perro viejo. Se denomina así porque los perros de más edad suelen verse afectados por esta enfermedad. La ingesta de estimulantes de la actividad cerebral puede ayudar a minimizar los problemas de envejecimiento, especialmente la senilidad entre los perros mayores.

Uso de betahistina en perros

Algunos veterinarios también pueden suministrar dosis de betahistina. Este fármaco se utiliza habitualmente en humanos para tratar el vértigo. Entre los fármacos administrados para el tratamiento de mareos y náuseas – a menudo asociados a la incidencia de vértigo – la betahistina es un medicamento muy utilizado. Se toma para disminuir los vómitos, las náuseas, las molestias del oído interno, los mareos, etc.; en resumen, este fármaco se utiliza para el tratamiento del vértigo causado por Enfermedad de Meniere en humanos. La causa principal de esta dolencia es el descenso del nivel de presión en el oído interno. El uso de betahistina en perros está restringido principalmente a los problemas vestibulares idiopáticos, es decir, cuando el veterinario no tiene clara la causa subyacente y la naturaleza de la dolencia.

Cosas que debe saber sobre la afección vestibular y los riesgos probables del uso de betahistina

Es el sistema vestibular el que guía tu orientación con respecto a la tierra. Este sistema guía a su sistema óptico, así como a otros órganos sensoriales, para que se muevan adecuadamente. Desempeña un papel fundamental mientras su mascota corre, y también ayuda a seguir objetos (como una pelota lanzada hacia arriba) u objetos, etc. Los componentes de su oído medio y los nervios conectados al oído desempeñan un papel activo en el envío de señales necesarias sobre su orientación. Estas señales se reciben en el sistema nervioso central (SNC) y en el cerebro; el resultado final es garantizar el equilibrio, incluso mientras se desplaza por superficies irregulares o suelos resbaladizos.

También debe recordar que es probable que la betahistina cause algunos efectos secundarios adversos en su mascota. Es esencial que informe a su veterinario si su perro tiene alguna alergia previa o hipersensibilidad conocida a la betahistina. Si su mascota padece úlceras pépticas, así como algunas afecciones estomacales, no debe administrarle este medicamento. Las molestias provocadas por la betahistina pueden ser agudas, en ocasiones. Algunos de los efectos secundarios comunes de este medicamento son hinchazón y problemas abdominales como vómitos, náuseas, etc. Si uno o varios de estos efectos secundarios se convierten en una afección aguda, debes consultar a tu veterinario lo antes posible.

También hay que tener cuidado al tratar mascotas con problemas respiratorios preexistentes. Por lo tanto, si existen afecciones previas relacionadas con los pulmones de su perro, debe informar al veterinario sobre dichas afecciones. En el mismo sentido, las mascotas con trastornos hepáticos o gástricos no deben ser tratadas con betahistina; los perros con afecciones hepáticas pueden desarrollar acumulación de principios activos de betahistina. Si no se atiende, los niveles pueden ascender a una escala tóxica, lo que provoca otras complicaciones agudas. Si su perra está preñada o amamanta a sus crías, debe informar de ello a su veterinario. Como medida de seguridad adicional, es una buena práctica mantener este medicamento lejos del alcance de los animales domésticos.

En resumen, los veterinarios pueden administrar dosis de betahistina a su perro si la afección se diagnostica como un problema vestibular. Es necesario saber que este medicamento se utiliza para tratar el vértigo en los seres humanos. La administración de betahistina se recomienda para perros con problemas vestibulares idiopáticos; se trata de afecciones en las que el veterinario no tiene clara la causa y la naturaleza de la dolencia. Es posible que sepa que la ingesta de betahistina puede desencadenar algunas reacciones adversas en su perro. El veterinario también debe saber si su perro tiene hipersensibilidades previas a este medicamento. Los principios activos de la betahistina pueden resultar tóxicos si su mascota ya padece úlceras, problemas estomacales, algunas afecciones hepáticas, etc.

Las molestias también pueden incluir problemas abdominales como náuseas, vómitos, etc. Si estas reacciones se convierten en cuadros agudos, hay que hablar con el veterinario sin demora. Por último, pero no menos importante, si tu mascota está amamantando a sus pequeños, tu veterinario debe saberlo. En general, se evita la prescripción de betahistina en esos casos. Sobre todo, si necesita saber más sobre la seguridad de la betahistina para perros, es una buena práctica hablar con su veterinario sobre la seguridad de este fármaco.