El tratamiento de las infecciones bacterianas incluye el uso de antibióticos de la clase de la penicilina, que es una de las primeras que se han utilizado con éxito como tratamiento. Sin embargo, debido al temor a reacciones o alergias, las personas que buscan tratamiento con antibióticos suelen tener dudas sobre los medicamentos. Por ejemplo, ésta es una pregunta habitual a la que se enfrentan los especialistas en tratamiento: ¿es el Zithromax una penicilina? Las siguientes subsecciones ofrecen una visión detallada de estos antibióticos para despejar las dudas sobre los fármacos y ayudar a los pacientes a buscar y recibir el tratamiento adecuado.
¿Qué es la penicilina y cuál es su mecanismo de acción?
La penicilina es un grupo de antibióticos derivados del moho Penicillium, y se encuentran entre los primeros fármacos utilizados contra las infecciones bacterianas. Los antibióticos penicilínicos, uno de los grupos de antibióticos más utilizados, se emplean para tratar una amplia gama de infecciones, como la neumonía, la faringitis estreptocócica, las infecciones cutáneas y las infecciones del tracto urinario.
El mecanismo de acción de la penicilina es su capacidad para inhibir la síntesis de la pared celular bacteriana. Se unen a unas enzimas denominadas transpeptidasas, responsables de la reticulación de las moléculas de peptidoglicano que componen la pared celular, e inactivan dichas enzimas. Esto altera la integridad estructural de la pared celular, haciendo que la bacteria pierda su forma y, en última instancia, provocando la muerte celular. La penicilina no afecta a la membrana celular, por lo que no causa ningún daño a las células huésped. Últimamente, se ha desarrollado resistencia a la penicilina en ciertas especies bacterianas, – Staphylococcus aureus (MRSA) y Streptococcus pneumoniae. Actualmente se están desarrollando nuevos tipos de penicilina/antibióticos para superar esta resistencia.
Afecciones que suelen tratarse con penicilina
Entre las infecciones tratadas más comunes se encuentran las infecciones de las vías respiratorias, las infecciones cutáneas, la faringitis estreptocócica, las infecciones urinarias, la sífilis y la gonorrea. La penicilina no es eficaz contra las infecciones víricas, como el resfriado común o la gripe, y sólo debe utilizarse para tratar las infecciones bacterianas prescritas por los especialistas tratantes.
¿Es Zithromax una penicilina?
Con los antecedentes sobre la penicilina, es hora de responder a la pregunta. La respuesta directa y breve es: No, Zithromax no es un antibiótico penicilínico, sino un antibiótico macrólido. Se utiliza para tratar una amplia gama de infecciones bacterianas, como infecciones de las vías respiratorias, infecciones cutáneas e infecciones de transmisión sexual. Las personas alérgicas a la penicilina pueden no serlo a la azitromicina ni a otros antibióticos. Sin embargo, las personas con alergia conocida a los macrólidos no deben tomar azitromicina.
¿Qué es un antibiótico macrólido y cuál es su mecanismo de acción?
Los antibióticos macrólidos son una clase de antibióticos derivados de un tipo de hongo del suelo llamado Streptomyces. Fármacos como la azitromicina (Zithromax), la eritromicina y la claritromicina (Biaxin) pertenecen a esta categoría y se utilizan para tratar una amplia gama de infecciones bacterianas, incluidas las gastrointestinales.
El mecanismo de acción de los antibióticos macrólidos es la inhibición de la síntesis proteica bacteriana. Los macrólidos se unen a la subunidad ribosomal 50S de la bacteria, impidiendo la formación de enlaces peptídicos entre aminoácidos, inhibiendo así la formación de nuevas proteínas e impidiendo que la bacteria crezca y se reproduzca. Los antibióticos macrólidos tienen un mecanismo de acción similar al de los antibióticos lincosamida y estreptogramina B. Se diferencian entre sí por la estructura química de su anillo de lactona macrocíclica, que les confiere propiedades diferentes, como el espectro de actividad, la farmacocinética y los patrones de resistencia.
La resistencia a los macrólidos también se ha desarrollado entre especies bacterianas específicas, en particular Streptococcus pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae. Se están investigando y desarrollando nuevos macrólidos para superar esta resistencia.
Afecciones tratadas con antibióticos macrólidos
Aunque algunas de las infecciones tratadas con antibióticos penicilínicos y antibióticos macrólidos pueden ser las mismas, existen diferencias en otras infecciones que pueden tratarse. Entre las infecciones que suelen tratarse figuran las siguientes:
#1 Infecciones de las vías respiratorias: Neumonía, bronquitis y sinusitis causadas por bacterias como Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae.
#2 Infecciones de la piel y de los tejidos blandos: Impétigo, celulitis y erisipela.
#3 Infecciones de oído, nariz y garganta: Otitis media, faringitis y amigdalitis causadas por bacterias como Streptococcus pyogenes.
#4 Infecciones genitales y del tracto urinario: Uretritis, cervicitis y enfermedad inflamatoria pélvica causadas por bacterias como Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae.
#5 Infecciones del tracto gastrointestinal: Enteritis por Campylobacter e infecciones por Helicobacter pylori.
Los macrólidos no son eficaces contra todos los tipos de bacterias, y pueden no serlo contra las bacterias gramnegativas y las bacterias anaerobias. Además, los macrólidos no deben utilizarse como tratamiento de primera línea para infecciones graves como meningitis, sepsis o endocarditis, ya que no son tan activos contra las bacterias que suelen causar estas infecciones.
¿Cuáles son las principales diferencias entre la penicilina y los antibióticos macrólidos?
La principal diferencia entre los antibióticos penicilínicos y los macrólidos es su mecanismo de acción y los tipos de bacterias contra los que son eficaces.
- Mecanismo de acción: Existen diferencias en la forma de actuar de ambos fármacos, como se ha descrito por separado y en detalle más arriba.
- Espectro de actividad: Las penicilinas son eficaces principalmente contra bacterias grampositivas, como Staphylococcus, Streptococcus y Enterococcus. Los macrólidos, en general, tienen un espectro de actividad más amplio que incluye Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae, Mycoplasma pneumoniae, Chlamydia trachomatis y Neisseria gonorrhoeae.
- Resistencia: La resistencia a la penicilina es una preocupación creciente entre ciertas especies bacterianas, en particular Staphylococcus aureus (MRSA) y Streptococcus pneumoniae. La resistencia a los macrólidos es también una preocupación creciente entre ciertas especies bacterianas, en particular Streptococcus pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae.
- Otras propiedades: Las penicilinas suelen ser menos caras y tienen un largo historial de uso seguro, los macrólidos suelen tener menos efectos secundarios y son mejor tolerados, también son activos frente a patógenos atípicos como Mycoplasma, Chlamydia, Legionella y algunas cepas de Streptococcus pneumoniae.
¿Cómo se administran los antibióticos?
Por lo general, los antibióticos se administran en una de las tres formas siguientes: formulaciones orales, aplicaciones tópicas e inyecciones. Las formulaciones orales son comprimidos, cápsulas y líquidos, para infecciones moderadas. Las aplicaciones tópicas se destinan al tratamiento de infecciones cutáneas. Las inyecciones se utilizan como tratamiento de infecciones graves y pueden administrarse en el músculo o en la sangre. Por lo general, las infecciones medianas no se tratan con antibióticos, ya que el sistema inmunitario del organismo puede superar la infección sin medicación. La elección del antibiótico depende del tipo de infección y de su organismo causante, y la determina un profesional sanitario basándose en diversas pruebas y diagnósticos, incluidos los resultados de cultivos y pruebas de sensibilidad.