Los cambios en el estilo de vida y varios hábitos modernos están añadiendo algunas complicaciones a nuestra salud. La vida estresante y el consumo habitual de comida rápida se atribuyen a muchos problemas de salud. El principal de estos problemas es la incidencia de úlceras. Los estudios revelan que una de cada 10 personas que viven en EE.UU. es propensa a sufrir úlceras. Los signos más comunes de una úlcera son: dolor en el abdomen, sensación de quemazón y picor en el tracto gástrico. Para tratar las afecciones ulcerosas se administran fármacos como el sucralfato. Pero, ¿puede este medicamento causar problemas renales? Es fundamental conocer los riesgos que conlleva incluso antes de empezar a tomar sucralfato.

Las úlceras son esencialmente una ruptura del revestimiento interno de la parte superior del intestino delgado; esta parte suele denominarse duodeno. A menudo se atribuyen como causas probables la ingesta de cantidades excesivas de alcohol, fumar productos derivados del tabaco o tomar alimentos grasos y picantes. Otros posibles motivos son la ingesta excesiva de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o analgésicos (medicamentos como el naproxeno, la aspirina o el ibuprofeno), factores relacionados con la edad, etc. Las personas mayores son más vulnerables, ya que pueden consumir analgésicos como la aspirina o el ibuprofeno, principalmente para tratar enfermedades autoinmunes. Las afecciones más comunes que pueden aquejar a los ancianos son la artritis, la inflamación de los músculos, etc.

Uso del sucralfato para el tratamiento de las úlceras

De los diversos fármacos prescritos para el tratamiento de las úlceras, el sucralfato es un medicamento muy utilizado. El fármaco (y sus principios activos) actúa formando una capa protectora en las partes rotas del intestino. Esta acción permite curar rápidamente las afecciones ulcerosas. Es esencial tomar este medicamento a la misma hora cada día; la dosis habitual es de dos o tres veces al día. Es importante tomar este medicamento antes de las comidas. Puede observar mejores resultados si lo toma al menos 60 minutos antes de una comida. Sin embargo, no se puede aconsejar a dos personas -que padezcan úlceras- que tomen el mismo plan de dosificación. Su plan de medicación depende de su edad, de la naturaleza de su enfermedad y también de la reacción de su organismo a las primeras dosis.

Le aconsejamos que informe a su médico si experimenta alguna de estas afecciones, es decir, problemas para tragar, sensación de plenitud en el vientre y otros problemas abdominales como vómitos, náuseas o reflujo ácido (también conocido como acidez estomacal). En algunos casos puntuales, el sucralfato también puede provocar algunas alergias. Las formas agudas de estas alergias pueden incluir niveles extremos de somnolencia, hinchazón de los órganos bucales, problemas respiratorios como sibilancias o jadeos; algunas afecciones cutáneas como urticaria, decoloración o hinchazón.

¿Puede la ingesta de sucralfato causar problemas renales?

Entre las precauciones necesarias antes de iniciar la ingesta de sucralfato, es posible que deba vigilar su bienestar renal. Si padece problemas renales (como un trastorno renal crónico o si se somete a diálisis -más de dos veces por semana-), su equipo médico debe ser consciente de este hecho. A medida que se envejece, disminuye la eficacia de la función renal. Los riñones desempeñan un papel fundamental en la eliminación de muchas formas de residuos del organismo. El aluminio es uno de esos elementos que se eliminan con la ayuda de los riñones. Como el sucralfato contiene aluminio, las personas con disfunción renal pueden tener dificultades para eliminar las trazas de este metal. Por lo tanto, un estado de funcionamiento subóptimo o una capacidad de filtración deficiente de sus riñones sólo significa que existe el riesgo de una probable acumulación de aluminio.

Algunas personas pueden tomar antiácidos u otros medicamentos de este tipo si tienen problemas abdominales o úlceras. Se aconseja tomar antiácidos junto con sucralfato sólo después de consultar con el médico que le trata o con un farmacéutico. Es una práctica segura tomar antiácidos después de un intervalo de tiempo de al menos 45 minutos, es decir, no se recomienda estrictamente la administración conjunta de sucralfato y un antiácido sin un intervalo de tiempo de 45 minutos entre ambos. En este sentido, también es esencial saber que algunos antiácidos también pueden contener aluminio. Así pues, es probable que la toma de estos dos fármacos -incluso con cierto intervalo de tiempo- provoque mayores depósitos de este metal en el organismo. En general, las personas mayores de 50 años deben extremar la precaución.

Recuerde siempre que la lista anterior no representa una lista completa de todos los posibles efectos secundarios del sucralfato, así como de las precauciones. Por lo tanto, es posible encontrar algunas molestias, efectos secundarios adversos o reacciones alérgicas no deseadas que no figuran en la lista anterior. Si se observan uno o más signos y síntomas nuevos, se recomienda encarecidamente ponerse en contacto con el médico tratante lo antes posible. Los residentes en EE.UU. pueden llamar al 911. También puede ponerse en contacto con el servicio de asistencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos.

Si reside en cualquiera de las provincias de Canadá, puede ponerse en contacto con el Ministerio de Sanidad para solicitar ayuda médica de urgencia. También puede acudir a un centro toxicológico situado cerca de su casa. Recuerde siempre que este medicamento debe tomarse bajo el cuidado clínico y la orientación de un médico o farmacéutico cualificado. No hay dos personas a las que se administre la misma dosis o plan de medicación; por lo tanto, no es seguro administrar este medicamento a un familiar o a un amigo que tenga problemas o síntomas similares. Además, es igualmente importante respetar las dosis recomendadas por el médico. Algunas personas pueden aumentar los niveles de dosificación o la frecuencia de la ingesta de este medicamento sin el consentimiento de su médico tratante. Estas no son buenas prácticas; sólo pueden agravar / empeorar su condición clínica ya existente.

En resumen, el sucralfato es un fármaco ampliamente recetado para tratar las úlceras y otras afecciones internas relacionadas. Sus ingredientes activos forman una cubierta protectora en las regiones dañadas / rotas de su intestino delgado. Esta capa protectora aísla la pieza dañada y evita que sufra más daños. Si su historial médico presenta problemas renales o si actualmente padece trastornos renales, su médico debe estar al corriente de dichas dolencias preexistentes. Se sabe que el sucralfato contiene trazas de aluminio, por lo que es posible que las personas con problemas renales no puedan eliminar totalmente esta sustancia. Con el tiempo, existe el riesgo de que se acumule aluminio en el organismo. Por ello, consulte siempre con su médico tratante y/o farmacéutico antes de empezar a tomar antiácidos o medicamentos como el sucralfato.