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La ingle es la región situada entre el muslo y la parte inferior del abdomen. A veces, puede aparecer un bulto en esta zona, sobre todo donde el tronco se une con las piernas. La forma y el tamaño del bulto pueden variar. Los bultos pueden aparecer por múltiples motivos. Una protuberancia de este tipo puede significar una afección médica grave, sobre todo si siente dolor en el bulto o si éste brota de la parte inferior de la piel. El conocimiento de un bulto en la ingle puede ayudar a decidir cuándo buscar ayuda médica.

Los tipos de granos y bultos en la ingle pueden variar de una persona a otra. Para algunos, el bulto puede ser diminuto; del tamaño de un cacahuete. Para unos pocos, sin embargo, puede tomar un tamaño y una forma mayores. Aparte del tamaño, los bultos también pueden diferir en muchos otros aspectos, como la textura (blanda o endurecida), la posición (estática o en movimiento), dolorosa o indolora, etc. También es posible que los bultos aparezcan de distintos colores; algunos pueden adoptar el mismo tono que la carne, mientras que otros pueden volverse morados o rojos. Sobre las molestias que puede causar un bulto: algunos pueden permanecer latentes bajo la piel, mientras que otros pueden aparecer como llagas o degenerar en úlceras.

La razón por la que aparece un bulto decide el modo en que acabará comportándose. Hay muchas razones por las que puede salir un bulto. Entre las causas más frecuentes de la aparición de un bulto en la ingle figuran la inflamación de los ganglios linfáticos, el agrandamiento de los vasos sanguíneos, la formación de quistes, hernias, enfermedades o infecciones de transmisión sexual, etc. Algunos de estos bultos no son malignos, pero hay que tener cuidado cuando aparecen.

Inflamación de los ganglios linfáticos

Los ganglios linfáticos se encuentran en la garganta o las axilas. Cuando se sufre un resfriado común o infecciones de tipo gripal, los ganglios linfáticos tienden a inflamarse. Casi siempre que estas glándulas se inflaman, los ganglios linfáticos de la ingle pueden sufrir una inflamación. Un bulto en la ingle es una respuesta natural del cuerpo para protegerse de posibles amenazas. Una vez que la amenaza deja de existir, estos bultos también pueden desaparecer.

Debes saber que los ganglios linfáticos son glándulas más pequeñas que ayudan a eliminar microbios, como bacterias, hongos, etc. – de sus fluidos linfáticos. Estos fluidos sirven de medio para transportar glóbulos blancos (llamados linfocitos) que ayudan a mantener alejadas las infecciones.

Los ganglios linfáticos de la ingle pueden inflamarse cuando experimenta una de las siguientes afecciones

#(1) Desequilibrio bacteriano en la vagina (una afección denominada vaginosis bacteriana, que puede darse en mujeres de entre 16 y 45 años).

#(2) Infecciones vaginales por hongos (casi 3/4 partes de las mujeres adultas son propensas a sufrir una infección vaginal por hongos al menos una vez)

#(3) Infecciones en el tracto urinario – Como las mujeres tienen una uretra más corta, a los microbios les puede resultar fácil ascender por el tracto.

#(4) Cáncer – Un ganglio linfático inflamado puede ser el resultado de algunos tipos de cáncer; especialmente, cáncer en su sistema circulatorio sanguíneo. Los tipos típicos de estos cánceres son la leucemia o el linfoma.

Es probable que desencadenen una inflamación de los ganglios linfáticos, sobre todo en la ingle. En otros casos, los cánceres que se desarrollan en partes alejadas pueden tocar los ganglios linfáticos de la ingle. Esta progresión del cáncer también puede hacer que los ganglios linfáticos aumenten de tamaño.

La primera señal clara es – usted puede encontrar el bulto más duro con una composición muy sólida. Si pensabas que había aparecido para conjurar una infección (es decir, la respuesta natural de tu cuerpo), los bultos cancerosos no desaparecen cuando cesa la infección. Otra forma de distinguir un bulto canceroso o maligno es que estas excrecencias pueden aparecer muy lentamente, mientras que las causadas por infecciones pueden aparecer de repente.

Linfoma de Hodgkin

No se trata de una enfermedad frecuente. Sin embargo, un ganglio linfático inflamado -especialmente en la ingle- es un signo claro de esta enfermedad cancerosa. Esto afecta a los ganglios linfáticos, que desempeñan un papel clave en el aumento de los niveles de inmunidad. Además de en la ingle, pueden aparecer bultos en las axilas y a los lados del cuello. Estos bultos suelen ser indoloros y permanecen bajo la piel.

Esta enfermedad se diagnostica mediante algunas pruebas, a saber: biopsia de los ganglios linfáticos (pruebas realizadas en un tejido extraído del bulto, que marca la multiplicación indebida de células cancerosas), recuento de células sanguíneas (a menudo denominado hemograma completo), biopsia de médula ósea, etc.

El estadio más temprano -denominado estadio 1- del síndrome de Hodgkin significa que el crecimiento canceroso se encuentra restringido a un único ganglio linfático o localizado en un órgano. El siguiente estadio, el nº 2, es cuando se detecta un crecimiento canceroso en más de un grupo de ganglios linfáticos; a menudo se detecta en dos regiones adyacentes.
El nivel 3 es un estadio avanzado en el que varios órganos cercanos al diafragma muestran crecimiento de células cancerosas. El estadio nº 4 es el nivel en el que el crecimiento canceroso sale de los ganglios linfáticos y se extiende a otros órganos vitales como el hígado, el pulmón o la médula ósea.

Este tipo de cáncer se trata con radioterapia (uso de haces de alta focalización a niveles de energía considerables para acabar con el crecimiento canceroso), así como con quimioterapia (uso de fármacos para acabar con las células cancerosas). Para los estadios más tempranos de este cáncer, los oncólogos pueden recomendar varias sesiones de radioterapia. Sin embargo, en los estadios bastante avanzados del cáncer, es decir, los niveles nº 3 y nº 4, se administran fármacos quimioterapéuticos para impedir que las células malignas y cancerosas sigan extendiéndose.

Agrandamiento de los vasos sanguíneos
Existen dos posibilidades distintas: las varices y el aneurisma femoral. Las varices pueden aparecer como una inflamación debajo de la piel. Esto se produce cuando aumenta la presión dentro de la vena. Esta afección suele observarse en los muslos y las piernas. El aneurisma femoral se desencadena cuando las paredes del vaso sanguíneo femoral (arteria) se debilitan. Su presencia puede deducirse por un bulto en la zona inguinal. Esta afección se observa sobre todo en hombres de edad avanzada.

Formación de quistes
Son excrecencias que se ven debajo de la piel. En su mayoría no son malignos ni cancerosos. Los quistes pueden ser de naturaleza sebácea o epidermoide. Los quistes sebáceos se observan encerrados en un poro sudoríparo o en el folículo piloso. Estos quistes suelen contener una sustancia aceitosa de color amarillo.
Los quistes epidermoides son erupciones de la piel que se producen con mucha frecuencia. Las investigaciones médicas indican que los varones tienen más probabilidades (casi 1,8 veces más) de padecer estas excrecencias que las mujeres. No es estática y se sabe que se mueve bajo la piel. Estas excrecencias están compuestas de queratina, una rica proteína que suele abundar en las uñas, el pelo y la piel.

Hernia

Es una afección en la que un tejido sale o sobresale de su posición normal. Este tejido saliente a menudo hace su salida a través de una zona débil cercana. Existen varios tipos de hernia: femoral (fuera de la ingle), incisional (debida a una intervención quirúrgica en el abdomen), inguinal (parte interna de la ingle), hiatal (parte superior del estómago) o umbilical (en el ombligo).

De todos estos tipos, la hernia inguinal es la afección más comúnmente observada, es decir, hasta el 94% de todas las hernias es de este tipo. Los hombres son más vulnerables a las hernias. Las ciencias clínicas deducen que las zonas débiles naturales del interior de la ingle son la razón lógica de su prevalencia entre los hombres.

Se observa que la hernia femoral y la hernia inguinal se desarrollan más cerca de la zona inguinal. Los signos distintivos de estas afecciones son prácticamente los mismos; los más destacados son: un bulto entre la parte superior del muslo y la parte inferior del abdomen, náuseas, dolor o molestias en la ingle, sobre todo al caminar o correr, aparición de una protuberancia en las bolsas escrotales, etc.

La hernia debe tratarse a tiempo. Si no se trata, el tejido protruido puede permanecer empujado contra la pared de los tejidos o músculos cercanos. Algunos subtipos de hernias inguinales y femorales pueden dar lugar a una mala evacuación intestinal y, con el tiempo, incluso pueden empezar a obstruir el intestino.

Trastornos o infecciones de transmisión sexual

Algunos tipos de enfermedades de transmisión sexual también pueden provocar la aparición de un bulto en la ingle. Las infecciones o afecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes son la sífilis (es una forma de infección bacteriana que se transmite de una persona a otra al mantener un estrecho contacto físico), la gonorrea (infección bacteriana que afecta al recto, la garganta o la uretra y, entre las mujeres, puede afectar a la región cervical), etc. Los bultos en la ingle causados por ITS se deben principalmente a problemas asociados con los ganglios linfáticos. En algunos casos, estos bultos pueden convertirse en pequeñas colonias o racimos, que con el tiempo pueden abrirse y convertirse en llagas o úlceras.

Aparte de lo anterior, otras afecciones como la várice safena (en la que aparece un bulto en la región inguinal, que desaparece al acostarse; causada por el mal funcionamiento de la válvula de la vena safena), la inflamación de las partes genitales (el tracto presenta una entrada bastante fácil para los microbios -especialmente, la entrada en los órganos reproductores femeninos-), las alergias (causadas por ciertos tipos de tejidos o algunos alimentos raros), etc.

Se aconseja acudir al médico si se observa un bulto en la zona inguinal. Si la afección se debe a la inflamación de los ganglios linfáticos, puede haber sido desencadenada por infecciones o, en ocasiones, por un crecimiento canceroso en el sistema linfático. Su médico evaluará su historial médico y es posible que le realice algunas pruebas para descartar o confirmar las causas del bulto en la ingle.